Acabo de volver del histórico Sindicato de Luz y Fuerza, donde la incipiente y muy necesaria asociación de músicos/as independientes de Córdoba (Sonar) organizó, a través del Área de Formación Integral en la Música, el segundo encuentro del ciclo ‘Diálogos en la Música’, con el título de “La Música y Lo Político”. Fui en carácter de moderador, (luego yo) con la idea de hacer una introducción y luego intentar que sea de hecho un diálogo y no un monólogo de alguno de los disertantes. La elección de los músicos ayudó, estaba sentado al lado de Paola Bernal, Lucre Ortiz, y Lucas Heredia, personas que respeto y admiro, por su valentía, su música y su coherencia. Y ojo que no son halagos al pasar, repito: valentía, obra y coherencia.
“El artista comprometido con su tiempo es un canal importante para visibilizar luchas y comunicar lo que muchos medios callan, la reflexión hoy es necesaria”, me había dicho la Pao Bernal, en la previa, cuando le pedí su palabra para la nota en nuestro portal de noticias: Cba24n. “Me parece que una escena musical, no se configura como tal si los actores que la conforman, si los artistas que forman parte de una sociedad no se consideran sujetos políticos. La escena termina de constituirse con un lugar de pertenencia e identidad que necesariamente debe tener un diálogo con su contexto, y en ese diálogo e interacción sucede inevitablemente un hecho de transformación que es político… Hacer una reflexión sobre esto es sin dudas una manera de entender quienes son esos actores, esos sujetos, y también la posibilidad que la sociedad en la cual se produce esa transformación, de la cual esos artistas también forman parte, también sean uno solo”, me había dicho Lucas Heredia, ayer para la nota.
Hoy, Lucas estaba con cara de asustado, evidentemente preocupado como todos por ese cuerpo, que podría ser el de Santiago Maldonado, cuyo rostro impreso en un papel estaba presente en una de las sillas del auditorio de ese emblemático sindicato donde alguna vez se decidió el ‘Cordobazo’. Había más gente de lo que imaginé, la mayoría jóvenes, cosa que me alegró bastante. Es difícil poner el cuerpo en esta época, pero es necesario, y por ahí anduvo mi introducción, aclarando que política es cualquier actitud que tomes ante la vida, incluso cuando no tomas ninguna y especificando que cuando un músico/a toma la decisión de hacer pública su obra, cuando sale de su cuarto, cuando muestra lo que hace ante más gente que su familia o amigos, está siendo parte de una actitud política.
Lucre Ortiz y Lucas Heredia, contaron brevemente como nacieron músicos, artistas y ciudadanos comprometidos con la circunstancia que los rodeaba, los rodea aún. Paola hizo lo suyo y dejó abierta una pregunta que luego hice a todos: ¿Se puede separar al músico, a su obra, de la persona que la hace, del ciudadano, de su actitud día a día? Y puse algunos ejemplos recientes, como el machismo de Cordera o Palavecino, y las excusas de sus seguidores cuando se enteraron de sus desafortunadas frases. Ah, bueno, a mi me gusta su música, lo que piensan o lo que hacen en su vida privada no me interesa. ¿Se puede hacer esa separación? Los tres músicos emblemáticos de nuestra escena independiente coincidieron en que no, pero no creo que sean medida. Ellos son símbolos de coherencia, de participación y de lucha. Yo he entrevistado a muchos músicos y varios indirectamente me han dicho cosas como: ¿En serio Pau, además de estudiar, ensayar, laburar y tocar en todos lados donde pueda, esperás que participe en la marcha o vaya a tocar gratis para recaudar fondos para que se yo qué? Y sí, ¿si vos no venís quien va a venir? ¿A quien querés que le pida que venga? ¿a Maluma, a Chano, a esos pseudoartistas a los que no podés despegar del espejo?

Poner el cuerpo, participar. De eso se trata y aunque siempre está ese que te toma el micrófono para hablar de algún reclamo muy particular que no tiene que ver con la cosa, no importa de cuantos sea la reunión siempre hay un infiltrado de la vida que te copa el mic y lanza su verborragia incontenible y comienza a generar que la gente se duerma o se vaya. El encuentro valió la pena, como suelo decir, valió hasta la alegría. Y agradezco la infinita belleza de Pao Bernal, de Lucre Ortiz, de Lucas Heredia, sus palabras precisas y detrás su vida para refrendarlas. Y aplaudo el esfuerzo y laburo de la gente de SONAR, que con humildad y constancia están creando ese espacio tan necesario para la música independiente de Córdoba, que es casi toda la música de Córdoba.

Pau Candi (para Costumbres y Nuestra Radio)

18-10-17
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